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Ver el casoGarantizar un agua potable adecuada es un paso vital para proteger la salud pública de microorganismos peligrosos. La demanda de soluciones rentables para suministrar agua potable limpia es alta y no hará sino aumentar en el futuro. La desinfección UV resuelve este reto de seguridad, ya que es capaz de cumplir los requisitos más estrictos en materia de protección contra bacterias y virus.
Se ha demostrado que el agua potable fuertemente clorada provoca varias complicaciones para la salud, como enfermedades respiratorias. Mientras que el cloro ha demostrado ser ineficaz contra Cryptosporidium y Giardia, los rayos UV son capaces de inactivar estos patógenos fácilmente con dosis muy bajas. Esto significa que el tratamiento UV es capaz de inactivar todas las bacterias, virus, mohos y esporas que puedan estar presentes en el agua potable.
La eficiencia operativa es uno de los principales motores del mercado del agua potable. En la actualidad, muchas instalaciones y organizaciones invierten en nuevos activos que producen un retorno de la inversión basado en sus ahorros operativos. Esto ha llevado a que la fabricación tenga que detallar los costos de toda su vida útil a lo largo de 20 años. Elegir UV como método de desinfección garantiza un CAPEX y OPEX óptimos en comparación con sus alternativas, lo que convierte a UV en la mejor solución para una amplia gama de instalaciones.
Con el apoyo de una política y una red de desinfección bien diseñadas, la tecnología UV puede utilizarse como barrera de desinfección primaria. En este caso, la mayor parte de la desinfección recae en el sistema UV, con un pequeño residuo de desinfección química que se dosifica en el agua a la salida del tratamiento cuando el caudal entra en la red de distribución, lo que puede eliminar por completo la necesidad de tanques de contacto. Este enfoque puede reducir significativamente los costos operativos generales de la planta, además de mejorar el rendimiento.
La segunda opción es utilizar la tecnología UV como parte de la desinfección multibarrera que utiliza la tecnología UV para atacar patógenos específicos, siendo imposible o demasiado caro para otras tecnologías lograrlo. Este podría ser el uso de UV como barrera exclusiva para el cryptosporidium, contra el que otras tecnologías como la cloración han demostrado ser ineficaces.
Encuentre las preguntas más frecuentes sobre la desinfección UV en este sector haciendo clic en una de las preguntas siguientes.
Una parte habitual del tratamiento del agua potable es el cloro, que infortunadamente ha demostrado provocar varias complicaciones sanitarias, como enfermedades respiratorias. Además, mientras que el cloro ha demostrado ser ineficaz contra Cryptosporidium y Giardia, el tratamiento UV puede inactivar estos patógenos fácilmente con dosis muy bajas. El tratamiento UV es capaz de inactivar todas las bacterias, virus, mohos y esporas que puedan estar presentes en el agua potable sin añadir productos químicos ni subproductos al proceso.
La desinfección UV es el método preferido para tratar el agua potable porque inactiva eficazmente todo tipo de patógenos, incluidas bacterias, virus, mohos y esporas, sin utilizar productos químicos. Esto significa que no hay subproductos nocivos como los asociados a la cloración, como los trihalometanos (THM) y los ácidos haloacéticos (HAA). El tratamiento UV también ataca eficazmente organismos resistentes como Cryptosporidium y Giardia, que no son tratados adecuadamente por el cloro. Además, la desinfección UV no altera el sabor ni el olor del agua y no crea subproductos nocivos como los trihalometanos (THM) y los ácidos haloacéticos (HAA), que pueden producirse con la cloración.
La desinfección UV mejora la eficiencia operativa al proporcionar un método de desinfección que es rentable tanto en gastos de capital como operativos (CAPEX y OPEX). Requiere menos espacio que los métodos tradicionales y reduce la necesidad de manipular y almacenar productos químicos peligrosos. Esta eficiencia se traduce en ahorros a largo plazo y en un menor costo total de propiedad a lo largo del ciclo de vida del sistema.
Cuando los sistemas UV se utilizan junto con un pequeño residuo de desinfección química, los UV pueden eliminar potencialmente la necesidad de tanques de contacto, reduciendo significativamente los costos operativos y mejorando el rendimiento. Esto hace que los sistemas UV puedan ser un método de tratamiento primario, con un doble enfoque para garantizar que el agua sea potable.
La desinfección UV es una opción sostenible para el tratamiento del agua potable porque es un proceso físico que no depende de aditivos químicos. Proporciona un método seguro y no tóxico para garantizar la calidad del agua, que es crucial para proteger la salud pública y el medio ambiente. Además, los sistemas UV son eficientes desde el punto de vista energético y dejan menos huella ambiental que los métodos tradicionales de desinfección química.
Dado que los modernos sistemas de desinfección UV están diseñados para manejar grandes volúmenes de agua, son adecuados para prácticamente cualquier escala. Los sistemas pueden escalarse y personalizarse para adaptarse a los caudales específicos y a los requisitos de calidad del agua de las distintas instalaciones, garantizando una desinfección eficiente y eficaz para grandes poblaciones.
La desinfección por UV es una solución rentable para las instalaciones de agua potable, sobre todo si se tienen en cuenta los costos operativos a largo plazo. Aunque la inversión inicial puede ser comparable o ligeramente superior a la de los métodos tradicionales, los sistemas UV tienen unos costos operativos y de mantenimiento más bajos. Requieren menos energía, tienen menos piezas mecánicas y eliminan la necesidad de comprar y manipular productos químicos, lo que contribuye a ahorrar costos generales.